Últimas Noticias

El Guangzhou, un gigante del fútbol chino, se queda fuera de la liga por sus deudas: ¿el fin de una era? | Fútbol | Deportes | EL PAÍS

El Guangzhou FC, uno de los clubes de fútbol más destacados de China, ha sido oficialmente excluido esta semana de las ligas profesionales del país, según han informado los medios locales. Este desenlace era previsible, ya que la trayectoria de este club se entrelaza con la burbuja inmobiliaria que actualmente asfixia las finanzas chinas: un espejismo vibrante hace una década que se ha convertido en el talón de Aquiles de la economía. El equipo, que es propiedad del gigante inmobiliario Evergrande, una compañía que ahora se encuentra en proceso de liquidación, declaró que la decisión de la Asociación China de Fútbol se debe a su abrumadora deuda.

“El club intentó varios medios para conseguir la admisión de las ligas. Desgraciadamente, los fondos recaudados fueron insuficientes para saldar las deudas acumuladas durante años”, declaró el Guangzhou FC en un comunicado el pasado lunes, después de la decisión de la ACF. Los medios locales han especulado que el equipo considerado en su día el buque insignia del fútbol profesional chino, el combinado que conquistó ocho ligas nacionales entre 2011 y 2019, dos Ligas de Campeones de Asia, y atrajo a golpe de talonario a figuras de renombre ―del entrenador italiano ganador de una copa del mundo, Marcello Lippi, a la estrella brasileña Robinho― se disolverá tras la negativa.

Su ascenso fulgurante estuvo vinculado a los años de crecimiento chino desaforado y al boom de la construcción. Su caída coincide con los estragos del frenazo del ladrillo: en noviembre, los precios de la vivienda nueva acumularon 18 meses seguidos de caídas, según la última estadística publicada. Este sector llegó a representar cerca de un tercio del PIB chino y fue durante años una gran máquina de hacer dinero. El frenesí alumbró imperios de ladrillo, y algunos de estos imperios apostaron por el fútbol. Fue el caso de la empresa Evergrande. Esta compañía, que llegó a ser una de las mayores inmobiliarias de China, adquirió en 2010 el club de la capital de la provincia de Guangdong, que ya tenía décadas de historia. Con la chequera por delante lo catapultó a lo más alto. También le dio su nombre durante unos años, el Guangzhou Evergrande, hasta que la federación prohibió el patrocinio del nombre de los equipos.